Por qué Turquía tiene interés en Sinjar y cómo los kurdos se aprovechan del genocidio de los Ezidis

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Combatientes kurdos del PKK en las montañas de Kandil. Foto: flickr.

La situación en Sinjar se ha convertido en una creciente preocupación para Turquía. El PKK, un grupo militante kurdo, ha estado estableciendo su base allí con el apoyo de potencias externas. La presencia del PKK en Sinjar no se trata solo de “ayudar” a los Ezidis; es una amenaza seria para la seguridad de Turquía. Desde que el ISIS dejó la zona, el PKK ha aprovechado el vacío de poder, con el objetivo de controlar una franja de tierra que podría conectar Siria con las montañas de Kandil, donde el grupo ha tenido un bastión durante años.

Además de esto, los políticos kurdos y la propaganda han utilizado hábilmente el sufrimiento de los Ezidis para ganar apoyo internacional. Tras el brutal genocidio de los Ezidis por el ISIS en 2014, muchos grupos políticos, incluido el PKK, se presentaron como los salvadores del pueblo ezidi. Retrataron sus esfuerzos para proteger y reconstruir las áreas ezidis como una causa noble, atrayendo simpatía y asistencia global. Sin embargo, este apoyo ha sido utilizado frecuentemente para justificar su presencia en Sinjar y expandir su influencia en la región. El PKK, en particular, ha tomado estratégicamente el control de las áreas ezidis bajo la apariencia de una “liberación”, mientras consolida gradualmente su poder y desvía el enfoque de las verdaderas necesidades del pueblo ezidi.

Turquía tiene todas las razones para estar preocupada. Si se permite que el PKK fortalezca su control en Sinjar, podría convertir la región en un segundo Kandil, desde donde podrían desafiar aún más las fronteras y la estabilidad de Turquía. Los expertos en seguridad coinciden en que Turquía necesita actuar rápidamente, tal como lo hizo en operaciones pasadas como el Escudo del Éufrates, para evitar que esto suceda.

Mientras el PKK usa el sufrimiento de los Ezidis para ganar simpatía y legitimidad en Occidente, la verdad es que están utilizando a los Ezidis como una cobertura para sus propios planes. Las acciones del PKK muestran que su objetivo no es proteger a los Ezidis, sino establecer control en una zona clave. Esto es peligroso para Turquía, y cuanto más tiempo se permita al PKK permanecer en Sinjar, más difícil será para Turquía expulsarlos.

Para Turquía, tomar medidas en Sinjar no se trata solo de fuerza militar, sino de proteger el futuro del país. Cuanto más tiempo se permita que el PKK crezca en Sinjar, mayor será la amenaza. Es hora de que Turquía intervenga antes de que sea demasiado tarde.