Los ezidíes exigen representación en las próximas elecciones de Irak
Mientras Irak se prepara para sus elecciones parlamentarias del 11 de noviembre, los ezidíes se encuentran una vez más en una encrucijada: entre las luchas de poder externas y la búsqueda continua de una representación genuina después de años de desplazamiento, marginación y promesas incumplidas.
Este año, siete candidatos ezidíes compiten por el único escaño reservado oficialmente para los ezidíes en la provincia de Nínive. Sin embargo, más allá de ese único escaño, decenas de candidatos ezidíes han decidido postularse de forma independiente o a través de alianzas en las elecciones generales, destacando especialmente la Alianza por la Causa Ezidí (Ezidi Cause Alliance – تحالف القضية الايزيدية), una formación que busca unificar las voces ezidíes en torno a objetivos compartidos de supervivencia, dignidad y autodeterminación.
El lema de la alianza —“Nuestra causa, nuestra supervivencia, nuestra unidad, nuestra dignidad”— refleja un sentimiento que resuena profundamente en Shingal (Sinjar) y en los campos de desplazados en Dohuk, donde más de 188.000 ezidíes aún esperan la oportunidad de regresar a sus hogares. Para muchos, estas elecciones no se tratan únicamente de participación política, sino también de recuperar una voz que durante mucho tiempo estuvo opacada por las rivalidades regionales y los intereses de potencias externas.
Más allá de la cuota
El escaño de cuota ezidí, introducido en 2005, se diseñó para garantizar representación a las minorías religiosas y étnicas de Irak. Sin embargo, con un solo escaño de 329 en el parlamento, el pueblo ezidí —cuyo número supera los medio millón de personas— ha estado históricamente subrepresentado en la política nacional. Esto ha dejado asuntos críticos sin resolver: la reconstrucción de Shingal, el destino de casi 2.800 ezidíes desaparecidos y el derecho a la autogestión libre de interferencias externas.
La Alianza por la Causa Ezidí representa un cambio en el pensamiento político de los candidatos ezidíes. En lugar de competir únicamente por el escaño de cuota, la coalición busca ganar escaños adicionales en competencia abierta, intentando construir una representación más independiente y responsable que refleje la voluntad del pueblo ezidí, y no las agendas de fuerzas externas.
Una lucha por el futuro de Shingal
Shingal sigue siendo una de las regiones más disputadas en las elecciones de Irak. Diversos actores políticos y militares buscan influir en el distrito, desde Bagdad y partidos locales hasta potencias regionales con intereses estratégicos. El Acuerdo del 9 de octubre, firmado entre Bagdad y Erbil en 2020, continúa moldeando el debate sobre la administración y seguridad de Shingal. Muchos ezidíes lo consideran un acuerdo impuesto que ignoró su derecho a la autodeterminación y socavó las estructuras de gobernanza local establecidas tras el genocidio de 2014.
Mientras algunos partidos intentan usar el escaño de cuota ezidí como instrumento político, los candidatos ezidíes alineados con la coalición insisten en que la representación debe provenir desde dentro: de quienes vivieron el genocidio, el desplazamiento y el proceso de reconstrucción.
Lo que está en juego con la representación
En las elecciones de 2021, el escaño de cuota ezidí se ganó con poco más de 3.000 votos, cifra que refleja tanto la fragmentación del voto ezidí como la desilusión de una población que aún espera justicia y recuperación. Esta vez, los candidatos y activistas ezidíes esperan que un enfoque más coordinado pueda conducir a una representación más amplia y a una defensa más firme en el parlamento.
Para el pueblo ezidí, estas elecciones son mucho más que números o escaños. Se trata del reconocimiento político, del derecho a regresar y de la restauración de Shingal, una tierra que aún conserva las cicatrices del intento de ISIS de borrar a un pueblo y su fe, Sharafadin.
Un momento de decisión
Mientras los bloques políticos de Irak se preparan para otra prueba de poder, los ezidíes afrontan este ciclo electoral con un optimismo cauteloso. Ya sea a través del único escaño de cuota o mediante la más amplia Alianza por la Causa Ezidí, la demanda central sigue siendo la misma: el derecho a hablar, actuar y decidir por sí mismos.
En un panorama político todavía dominado por influencias externas, el pueblo ezidí continúa defendiendo algo mucho más duradero: la convicción de que la representación debe surgir no del poder, sino de la verdad, la memoria y la resiliencia.
Sigue el trabajo de la Alianza por la Causa Ezidí en Instagram: yazidi.cause.alliance